Objetivo general:
Resumen:
La prevención de las prácticas de riesgo asociadas a las apuestas deportivas deviene capital para evitar escenarios potencialmente problemáticos. Existen diferentes elementos que influyen en la voluntad de los jóvenes para apostar: tipsters, bonos, notificaciones, freebets y publicidad. El tipster es el agente central del ámbito de las apuestas deportivas. Es totalmente lícito vender el pronóstico del resultado de un evento deportivo, siempre que tenga regulada su actividad económica y tribute en España, pero adolece de cualquier ética los mensajes falsos que proclaman, por ejemplo, que si los jóvenes siguen sus pronósticos ganarán mucho dinero. Además, muestran a los jóvenes una vida de lujo y riqueza, cuando creemos que es una pantomima para engañarles y que paguen su canal premium de Telegram. Una regulación de los tipsters y una prevención de su figura entre los más jóvenes reduciría su capacidad de influencia y en consecuencia los problemas asociados a las apuestas.
Las notificaciones, los bonos y las freebets incitan a apostar. Las notificaciones, en ocasiones para anunciar que la casa regala un bono para un partido determinado, recuerdan a los apostadores la «emoción» que implica apostar. Los bonos de regalo representan una promoción engañosa porque para ganar deben jugar el dinero «de regalo» varias veces, y en ocasiones, deben hacer un depósito. Las freebets, aunque menos engañosas que los bonos, permiten apostar «gratis», a la vez que inocula el deseo de continuar apostando. Cuando un joven abre una cuenta online, esta dispone de unos límites en los depósitos, por defecto, de seiscientos euros diarios, mil quinientos semanales y tres mil mensuales. Unas cantidades que superan con creces el común de las economías juveniles. Bajar los límites de tiempo y dinero que las cuentas online tienen por defecto será una acción eficaz de prevención. Tal como las casas permiten disminuir estos límites, también deberían permitir aumentarlas cuando por defecto sean inferiores. En el mismo sentido, en aras de evitar prácticas de riesgo asociadas a gastar demasiado tiempo siguiendo mercados imposibles, las cuentas deberían disponer de un tiempo límite de conexión, que de la misma manera como los límites económicos se puedan regular según las necesidades de los apostadores.
Palabras clave:
