Opiáceos en España
Año:
2017-19
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Convocatoria del Fondo de Bienes de Decomisados, resolución de 16 de agosto de 2017.
2017-19
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Convocatoria del Fondo de Bienes de Decomisados, resolución de 16 de agosto de 2017.
España no sufre ningún repunte de heroína. Tampoco sufrirá una crisis sanitaria de opioides comparable a la norteamericana. Todos los indicadores relativos al consumo de heroína descartan cualquier repunte. Se mantienen estables o tienden a la baja las prevalencias de consumo, las urgencias hospitalarias por reacción aguda, la mortalidad, las demandas de tratamiento, las sanciones administrativas por tenencia o consumo en vía pública y las detenciones por venta al por menor. Algunos de estos indicadores hacen referencia a 2015 o 2016, aunque a través del trabajo de campo y documentos complementarios podemos afirmar que la tendencia es semejante en los años que siguen. No disponemos de ninguna evidencia solvente que nos permita afirmar que las prevalencias de consumo, ni los otros indicadores, vayan a aumentar en los próximos años. En consecuencia, España está lejos de vivir un repunte de heroína o de cualquier otra situación problemática resultado del abuso de opioides. Además, la heroína no «puede volver» porque nunca se fue, permanecía invisible a los ojos de la opinión pública, pero presente en contextos marginales.
España en el ámbito de los opioides se enfrenta a múltiples retos sociosanitarios. Los escenarios que requieren de atención y respuestas sociopolíticas son cinco: tendencias del fentanilo, la situación de la población consumidora, el miedo al supuesto repunte, el escenario de los fármacos opioides y el fenómeno de los «narcopisos». Los jóvenes alejados del mundo de la heroína nunca se sentirán atraídos por esta, mientras permanezca en la memoria colectiva la representación social que asocia la sustancia con adicción y muerte. Además, el acervo psicoactivo disponible en el mercado español ofrece multitud de sustancias, mientras esto continúe así, nada precipitará a los jóvenes a buscar los efectos heroicos. En el ámbito de los opioides, el sistema nacional de salud y todas las implicaciones que emanan de él funcionan como mecanismo de protección de cualquier hipotética crisis. Y, en el caso de que los diferentes opioides empiecen a provocar problemas, España dispone de una red asistencial de calidad que amortiguaría de manera rápida y eficaz los estragos del nuevo escenario.