El actual escenario de los consumos de cannabis genera controversias. Para ciertos agentes sociales el cannabis es una substancia que, aunque no esté exenta de riesgos, es controlable y compatible con las responsabilidades cotidianas. En cambio, para otras voces, la normalización del cannabis ha comportado la banalización de los efectos negativos y una baja percepción del riesgo, y señalan que cualquier legislación más tolerante comportaría el aumento de los consumos y en consecuencia de los problemas. La relación entre banalización y normalización representa una tensión controvertida, a la que se intentará dar respuesta en la presente investigación. En la actualidad, la cuestión del cannabis despierta ciertos interrogantes y algunas voces señalan que estamos ante una nueva epidemia por cannabis. La normalización ha comportado la emergencia de la «cultura del cannabis». La regulación jurídica española permite el consumo de substancias psicoactivas, pero persigue la posesión y venta de substancias psicoactivas. Legislación que persigue el principio activo, pero no los elementos relacionados (parafernalia, semillas, instrumentos para cultivar). El fenómeno del cannabis ha tenido ecos en la sociedad de consumo y ha propiciado la proliferación de los negocios relacionados con el cannabis. A título ilustrativo, en los últimos años han proliferado las ferias del cáñamo, las publicaciones periódicas se han diversificado y han ganado lectores, así como tiendas para el cultivo y parafernalia. Todos estos negocios han hecho aún más visible el cannabis y han contribuido a su normalización porque la mera presencia social, para algunas personas, produce aceptación y tolerancia. Pero cabe preguntarse hasta que punto esta visibilidad representa un riesgo, especialmente entre los menores y la población vulnerable. En el contexto español el cannabis es consumido por un amplio abanico de personas con perfiles socioeconómicos dispares. Los motivos de consumo de cannabis, a grandes rasgos, se pueden categorizar en recreativos o terapéuticos. La investigación sobre la naturaleza y extensión del cannabis aborda la substancia fiscalizada más consumida entre los menores de edad, la substancia que más controversias genera la tensión normalización/banalización del riesgo