Querer abordar el tema de la exclusión social y los problemas de consumo de drogas, no solo nos plantea esta dificultad metodológica, sino que nos obliga a afrontar el doble estigma que esto implica y realizar un esfuerzo de análisis complejo y holístico de la realidad de nuestra sociedad actual, identificando los mecanismos que propician los procesos de exclusión social y trabajar para la minimización de estos. Proponemos un modelo de intervención basado en el conocimiento en profundidad de las estructuras microsociales, las relaciones entre individuos y grupos, espacios y contextos de consumo y el desarrollo
de estrategias para facilitar la participación y conciencia de ciudadanía de los usuarios de drogas como elemento clave para generar procesos de inclusión.